Tras la revolución experimentada en el Renacimiento, es durante la Ilustración cuando la Astronomía recibe el gran impulso que la conducirá hacia la ciencia que conocemos hoy. El descubrimiento de Urano realizado por William Herschel, contemporáneo de Voltaire y Kant, demostraría que los límites del Sistema Solar están mucho más lejos de lo que se pensaba hasta la fecha y abriría las puertas al estudio de las estrellas, de la Galaxia y del espacio profundo. En España la Ilustración no fue un movimiento bien orquestado, sino que tuvo lugar en diferentes círculos e instituciones de manera un tanto disgregada. Sin embargo, Carlos III recogió algunas de sus ideas e impulsó las ciencias, constituyéndose en el primer monarca español que constató que el desarrollo científico podía tener un impacto en el bienestar social. Esto queda reflejado en la creación de un 'Eje de las Ciencias' en Madrid, donde incluyó al Real Observatorio Astronómico. Los telescopios encargados a William Herschel y el edificio construido por Villanueva para el Observatorio nos asombran aún hoy tanto por su ambición como por su belleza, habiendo pasado a convertirse en auténticos iconos de la Ilustración en España.
Esta actividad se enmarca en el proyecto Cultura con C de Cosmos coordinado por el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA).